Cerca del
alto de La Catalina y de la cabezada del arroyo de Los Negros, en la Sierra
Maestra, el 28 de diciembre de 1956, un grupo de expedicionarios del Granma,
tras el revés sufrido en Alegría de Pío el día 5, que ocasionó las primeras
bajas a los rebeldes, se reorganizan al mando de Fidel, luego de 23 jornadas
llenas de peligro y ansias de reagruparse en aras de continuar la lucha. La
guerrilla ha crecido. Sin contar a Carlos Bermúdez, que por su estado físico no
podrá continuar la marcha, y a Guillermo, quien cumple misiones encomendadas
por Fidel, suman 24 los integrantes de la tropa. Entre ellos hay 19
expedicionarios del yate Granma: Fidel, Raúl. Almeida, Che, Camilo, Ramiro,
Ciro Redondo, Julito Díaz, Calixto García, Efigenio Ameijeiras, Universo
Sánchez, Luis Crespo, René Rodríguez, Calixto Morales, Pancho González,
Reynaldo Benítez, Rafael Chao, Armando Rodríguez y José Morán. Los otros cinco
son campesinos: Crescencio Pérez, su hijo Sergio, Manuel Acuña, Manuel Fajardo
y Sergio Acuña. Ya la fuerza rebelde va
ganando en potencia y organización y su jefe, Fidel, comienza a pensar en emprender
las acciones combativas para liberar a Cuba de la sangrienta tiranía que la
enluta.
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