El 5 de
enero de l957, un mes exacto del revés sufrido en Alegría de Pío, y agrupados
bajo el mando de Fidel, varios expedicionarios del yate Granma y otros
combatientes incorporados, el destacamento guerrillero se encuentra en la
Sierra Maestra, y su líder proyecta ya realizar una acción combativa contra una
instalación del ejército de la tiranía batistiana. Ese día el Che apunta en su
diario “Sin noticias de los grupos que
nos siguen, nos movimos de día a través de zonas boscosas para llegar a la casa
de Eligio Mendoza. Desde las lomas se ve las Caracas, toda cubierta de monte,
donde la resistencia es fácil (…) Las perspectivas son buenas, porque de aquí
hasta la Plata es toda zona boscosa y abrupta, ideal para la defensa. El río se
llama Ají”. La acción de La Plata
tendría lugar 12 días después y la tropa guerrillera obtuvo una significativa
victorio. Ocasionó varias bajas y prisioneros al enemigo y capturó nueve fusiles
Springfield con mil tiros, una ametralladora Thompson con 150 tiros y otros
medios necesarios a la guerrilla. El combate de La Plata anunció no solo la
existencia de la tropa rebelde, sino su capacidad para luchar y vencer y su
decisión de liberar a Cuba del oprobioso régimen que la oprimía y ensangrentaba.
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