sábado, 19 de agosto de 2017

Conquista en nombre de la civilización y la cruz



Cuando Cristóbal Colón descubrió Guanahaní (pequeña isla de Bahamas, bautizada como San Salvador por el Gran Almirante) el 12 de octubre de 1492,  la primera de nuestras tierras americanas, no podía imaginar en toda su magnitud, los males que la conquista acarrearía para las florecientes civilizaciones, entre ellas la maya, inca y azteca, que fueron destruidas, saqueadas, y diezmados  o esclavizados sus habitantes, a quienes se les quemaban sus ídolos  y se les imponía la religión cristiana. Aun hoy causa pavor los desmanes que contra los verdaderos dueños de estas tierras cometieron  conquistadores como Hernán Cortés, Francisco Pizarro y otros, quienes con sus caballos, armaduras y armamento no cesaban de masacrar a los aborígenes que preferían morir en defensa de su tierra y sus familias. A continuación un fragmento de la imprecación de un indio a un guerrero español:  ladrón,  como zorro, como tortuga cobarde. No es valor pelear ocultando el cuerpo. Descubre tu pecho y entonces veremos que alma el Sol templó mejor.

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