Hoy los ecuatorianos deciden en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales si marcharán por la senda de la justicia social o por la del neoliberalismo más agobiante. Los ecuatorianos han podido apreciar bajo la conducción de Rafael Correa cómo, a pesar de los varios desastres naturales ocurridos en el país y los bajos precios del petróleo, se han mantenido estables los programas sociales, que sin duda alguna perderán los más necesitados si Lenin Moreno, el candidato de Alianza País, no alcanza los votos necesarios. Ya tenemos las enseñanzas de lo que sucede ahora mismo en Argentina: despidos, pérdida de beneficios de la seguridad social, aumento de precios de servicios básicos, privatizaciones que a la postre encarcen la vida, corrupción y otros muchos males que van a caer sobre los hombros de los trabajadores y sus familias.
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