La decisión del
Departamento de Estado de Estados Unidos de recortar el personal diplomático de
su embajada en Cuba es considerada precipitada, en tanto las investigaciones
realizadas no determinan las causas, ni quienes puedan haber realizado en la
Isla supuestos ataques contra la salud de diplomáticos norteamericanos. Es una
medida que se adopta sin argumentos que la justifiquen, lo cual nos lleva a
pensar acerca de a quiénes interesa dañar los avances conseguidos en el
acercamiento entre ambas naciones. Este asunto huele mal- Evidentemente la
élite ultraderechista del Gobierno de Estados Unidos, encabezado por el
misántropo Donald Trump, desea favorecer a los Marco Rubio, Diaz-Balart, Ros
Lethinen y otros personajillos de la misma camada, descendientes de
malversadores, asesinos y vendepatrias, aupados por la otrora tiranía de
Batista, quienes continúan soñando con destruir la Revolución Cubana y su
sistema social que el pueblo de la Mayor de las Antillas se ha dado, quiere y
protege al costo de cualquier sacrificio. Ahora pretender eliminar lo que se ha
conseguido en los últimos dos años en beneficio de los dos pueblos. Al de Cuba,
probado en todas las circunstancias posibles, no lo asusta nada.al
norteamericano solo le queda oponerse, luchar contra este absurdo, o ver cómo
se escapan oportunidades de hacer valer sus derechos de ciudadanos libres de
una nación que se autotitula una de las más democráticas del mundo. Esperemos
que se impongan la razón y la verdad.
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