jueves, 14 de septiembre de 2017

Irma !Solovayas!

  El huracán Irma quedará impreso en todos los registros de la Meteorología. Difícilmente sea olvidado por los caribeños y floridanos y los cubanos tenemos muchas anécdotas que contar de él. Basta recorrer algunas manzanas de La Habana para apreciar el desastre que ocasionó. Miles de árboles y postes del tendido eléctrico derribados por los vientos y muchísimos daños por las penetraciones del mar. Esta vez un meteoro provoca la muerte de personas (10), aunque algunas de ellas por negarse a abandonar sus viviendas y dirigirse a los centros de evacuación previamente habilitados, con toda la seguridad y condiciones. Irma azotó la Isla de un extremo a otro y provocó daños colosales. Pero tan pronto se alejó, como un torrente comenzó la recuperación. Una breve anécdota. Por la avenida Lázaro Cárdenas, en el municipio Playa, una vez cesados los fuertes vientos y en momentos en que me protegía de una llovizna en el portal de una casa, salió a este un hombre ya mayor, y nos dijo, si no ha pasado nada por qué no tenemos energía eléctrica y no tenemos información de por donde anda José (el otro huracán) El hombre parecía aun dormido, pero parece haber despertado de pronto !Coñoooó! ¿Y el algarrobo que estaba ahí, y el muro? !Se llevó el muro! En esa misma avenida, muy cerca de la avenida 31 un amasijo de árboles, postes y cables del tendido eléctrico derribados, y hechos, como alguien expresó, un nudo, eran la palpable muestra  de las caricias de Irma a la capital cubana. El hombre que de pronto despertó debe estar asombrado todavía.

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