El conocimiento se
afianza en el trono a partir de hoy. Unos dos millones de estudiantes de todas
las enseñanzas acuden a las aulas: muchos de ellos se ven las caras por primera
vez y andarán juntos por un buen tiempo. Surgirán nuevas amistades. En todos
inicia una etapa nueva, de responsabilidad y compromiso. Miles de escuelas y
centenares de miles de profesores, maestros y trabajadores de la Educación
pondrán todo su empeño en la formación de las nuevas generaciones de cubanos.
La emoción invade a todos. Desde los más pequeñines hasta aquellos en carreras
universitarias. El país ha realizado un esfuerzo enorme en correspondencia con
la importancia que concede a la educación del pueblo, empeño al que destina una
elevada suma del Producto Interno Bruto de la nación. Es por ello que el inicio
del curso escolar deviene fiesta para todos los compatriotas. Extraerle a este
esfuerzo los mejores frutos, que se revierten en niños y jóvenes mejor
preparados para a la postre servir mejor a la Patria ha de ser el anhelo
supremo.
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