domingo, 14 de mayo de 2017

No echar más brasas al fuego en la Península coreana



  Es hora ya de que las partes implicadas en la crisis en la península coreana den pasos para distender las tensiones. La situación se torna cada vez más peligrosa. Bien sabemos que si se desata una guerra allí solo habrá perdedores y el mundo estará abocado a una situación sin salida para la especie humana. Debe encontrarse pronto una solución, que precisamente no es probando fuerzas. Si bien la República Democrática de Corea debe cesar sus lanzamientos de misiles que realiza como prueba, Estados Unidos debe alejar de la zona las unidades navales que ha concentrado. Por el camino de la amenaza y de la exposición de músculos no se encontrará la solución. Esperemos que  la ONU u otras personalidades con conocimiento y juicio suficientes aporten iniciativas que abran paso al entendimiento, la única vía para estar en correspondencia de los intereses de todos.

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