jueves, 16 de marzo de 2017

El discreto papel en el Clásico

   Ya sabíamos las posibilidades del equipo cubano en el Clásico Mundial de Béisbol. El propósito era clasificar para la segunda etapa y se logró al vencer a China y Australia, y muchos pensaron en la Isla que también se pudo derrotar al potente conjunto de Japón, al cual se venció ocho carreras por cinco, objetivo que quizas se hubiese conseguido si se hubieran utilizado los mejores pitchers que Carlos Martí, el director, decidió preservar para asegurar el choque frente a los australianos, toda vez que quería lograr el pase a la segunda fase. Para mi entender fue una estrategia correcta. Luego de clasificar todos sabíamos que la situación se tornaba muy dura, pues los contrarios ahora serían de nuevo Japón, más Israel y Holanda. De nuevo a los nipones se les hizo un buen juego, pero también en esta oportunidad se preservaron los mejores pitchers, que a la postre contra Holanda fallaron. Lo hicieron lo mejor que pudieron, pero no fue suficiente. Resta ahora extraer las enseñanzas y buscar las formas de elevar el nivel de nuestros muchachos, de manera que en posteriores eventos puedan obtener mejores resultados.

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